UN DÍA DE CAMPITO Y BOCATA CON 3º
¡Qué bien saben los bocatas en el campo!, ¿verdad?. Pues así nos han sabido los nuestros hoy, ya que los alumnos de tercero, sus tutores y los profesores de Educación Física, hemos ido de excursión al Valle de la Barranca en Navacerrada.
Aunque en Madrid el día estaba soleado, y más o menos templado, ya veíamos desde el autocar que en la Sierra había una gran nube, como una boina, crubiéndola. Al llegar y bajar del autocar, nos dimos cuenta del frío que hacía, así que nos abrigamos y rápidamente nos pusimos a caminar para entrar en calor. También hacía mucho viento, pero nos dio igual, porque la senda Ortiz (que así se llamaba) va refugiada entre árboles y éste no azota tanto. Después de andar un rato, hicimos un parón para comernos nuestro primer bocata. ¡¡¡Se estaba de maravilla rodeado de tanta Naturaleza!!!. Después de coger fuerzas, seguimos un rato más, y llegamos a una explanada y allí ya nos quedamos. Los niños ya se emocionaron y se fueron a explorar, que es lo que a ellos les gusta, pero eso sí....cerquita de nosotros. Luego nos sentamos y comimos otro bocata, que el primero nos supo a poco. Los niños siguieron jugando y correteando, descubriendo una cueva, un mirador desde el que se veían vistas espectaculares del valle, cogiendo rocas y minerales, subiendo peñas....Lo que se hace cuando se va de campo....
Después de todo eso, nos volvimos a bajar por la misma senda, y casi abajo nos paramos en un riachuelo para examinarlo, saltarlo, chapotear, meter el pie (algunos)....¡Menos mal, que ninguno se dio ningún chapuzón! Bueno, no hubiera pasado nada...ya estábamos cerca del autocar.
Y así terminó nuestro día de campo, en el que los niños fueron muy felices compartiendo una experiencia maravillosa en plena Sierra de Madrid, en un entorno excelente, con sus profesores y compañeros, haciendo actividad física, descubriendo y descubriéndose, explorando, saltando, riendo...Un aprendizaje para la vida.
Aunque en Madrid el día estaba soleado, y más o menos templado, ya veíamos desde el autocar que en la Sierra había una gran nube, como una boina, crubiéndola. Al llegar y bajar del autocar, nos dimos cuenta del frío que hacía, así que nos abrigamos y rápidamente nos pusimos a caminar para entrar en calor. También hacía mucho viento, pero nos dio igual, porque la senda Ortiz (que así se llamaba) va refugiada entre árboles y éste no azota tanto. Después de andar un rato, hicimos un parón para comernos nuestro primer bocata. ¡¡¡Se estaba de maravilla rodeado de tanta Naturaleza!!!. Después de coger fuerzas, seguimos un rato más, y llegamos a una explanada y allí ya nos quedamos. Los niños ya se emocionaron y se fueron a explorar, que es lo que a ellos les gusta, pero eso sí....cerquita de nosotros. Luego nos sentamos y comimos otro bocata, que el primero nos supo a poco. Los niños siguieron jugando y correteando, descubriendo una cueva, un mirador desde el que se veían vistas espectaculares del valle, cogiendo rocas y minerales, subiendo peñas....Lo que se hace cuando se va de campo....
Después de todo eso, nos volvimos a bajar por la misma senda, y casi abajo nos paramos en un riachuelo para examinarlo, saltarlo, chapotear, meter el pie (algunos)....¡Menos mal, que ninguno se dio ningún chapuzón! Bueno, no hubiera pasado nada...ya estábamos cerca del autocar.
Y así terminó nuestro día de campo, en el que los niños fueron muy felices compartiendo una experiencia maravillosa en plena Sierra de Madrid, en un entorno excelente, con sus profesores y compañeros, haciendo actividad física, descubriendo y descubriéndose, explorando, saltando, riendo...Un aprendizaje para la vida.
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Antonio Fdez.